jueves, 24 de mayo de 2012

#32


Estoy en el comedor de mi casa con mi hermano y vemos en el techo un ratoncito, colgando de la cola, o sea la punta de la cola pegada al techo. Nos espantamos y gritamos, yo me subo a una silla y él busca un escobillón. Vuelve, le empieza a pegar y el ratón se va transformando de a poco en un bebé re chiquitito y le digo a mi hermano "¡¡Dejá de pegarle, es un bebé!!" Lo agarro a upa y es super hermoso, y me sonríe.

De repente aparezco en otro lado y hay una mujer con dos bebitos del tamaño de un dedo cada uno, y me dice "¿Me los acostás en esa camita?" La camita era onda una caja de fósforos, por el tamaño, pero era un cochesito normal. Los acuesto y me dice "Ah vos eras niñera, no? Buenísimo, mañana te llamo así me los cuidás".

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