lunes, 25 de mayo de 2015

#57

Estoy en una habitación rara, sucia, y aparece algo, no recuerdo si es una nena, una mujer o un espectro, pero estoy segura de que es un ser femenino. Me dice que para salir de ahí tengo que hacer un sacrificio. En la habitación se empiezan a escribir las paredes con lo que parece ser sangre. Se enciende una chimenea y aparecen cigarrillos y yerras chiquititas (tuve que googlear esto porque no sabía cómo se llamaba). La voz femenina me dice que me tengo que quemar todo el cuerpo como sea y va a decidir si puedo salir. Y yo prendo los cigarrillos y me empiezo a quemar, pero despacito, me apoyo y saco enseguida. La voz me dice que así no sirve. Hay ruidos feos, no música, ruidos como de casa abandonada, sonidos distorsionados. Me dejo más tiempo los cigarrillos en la piel, me duele. Me dice que todavía no sirve. Miro las yerras, transpiro mucho, tengo frío. Agarro una, la acerco a la chimenea, la dejo un rato. Le pido por favor que no me haga hacer eso. Las paredes se escriben más. Escucho gritos. Me empiezo a quemar el brazo, grito del dolor. La voz me dice que basta del brazo, que todo mi cuerpo tiene que quedar dañado. Me quemo el pecho, las piernas, las manos, la cara. Me caigo al piso, me quedo tirada, lloro. Se abre una puerta. 

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